La cirugía de reducción mamaria es un procedimiento de cirugía mamaria indicado principalmente para casos de ptosis mamaria (mamas caídas) o hipertrofia mamaria. Si, como su nombre indica, el procedimiento tiene por objeto
reducir el tamaño de los senos
Ni que decir tiene que esto no puede hacerse sin una resección de la piel y que, por tanto, las cicatrices son inevitables. La belleza de las cicatrices de la cirugía de reducción mamaria depende de varios factores.
El acortamiento de la cicatriz en la actualidad
En el pasado, para tener unos senos bonitos, los cirujanos no dudaban en utilizar cicatrices muy largas durante las reducciones mamarias. Las técnicas actuales han evolucionado, y la preocupación es tener cicatrices bonitas y cortas. De ahí la importancia del acortamiento de la cicatriz en la reducción mamaria.
Elegir la mejor técnica
La técnica conocida como “T” invertida, que deja 3 tipos de cicatrices: una periareolar, una vertical y una horizontal, es la más utilizada, pero es muy variable, y sólo el conocimiento y buen dominio de una de sus variantes permite lucir unos senos bonitos. Por ejemplo, la técnica Pitanguy o Mitz consiste en una resección cutánea y glandular que da como resultado unas mamas con una buena forma cónica y una buena proyección. No es el caso de la resección fusiforme con cicatriz horizontal en la base de la mama que no da a la mama la proyección adecuada.
En cualquier caso, una reducción mamaria debe tener en cuenta su evolución en el tiempo. El cirujano debe realizar siempre una hipercorrección, permitiendo que se produzca una ptosis secundaria sin devaluar el resultado.
¿A qué se deben las cicatrices de mala calidad?
Una cicatriz atractiva se caracteriza por su delgadez y falta de color. En cambio, una cicatriz abultada, queloide, ancha y coloreada puede explicarse no sólo por factores genéticos, sino también por una sutura deficiente, una hemorragia o una secreción de grasa postoperatoria; Una cicatriz grande también puede ser el resultado de una tensión excesiva de la piel, así como el resultado de una incongruencia en la sutura de la piel, es decir, una sutura desigual de los bordes de la piel que puede provocar fruncidos o cicatrices hipertróficas.
En cualquier caso, aparte de los factores genéticos que pueden causar una mala cicatrización, la obtención de cicatrices bonitas tras una reducción mamaria depende principalmente de la técnica quirúrgica.